Escribir poesía en la cárcel


En este trabajo se aborda la producción poética de alumnos del Bachillerato a Distancia, surgida a partir de las temáticas y contenidos curriculares del Espacio “Lengua y Literatura”. La poesía aparece como un lenguaje otro, diferente, alejado a la realidad vivida en contextos de encierro. La poesía se propone indagar en los sentimientos, experiencias, sensaciones, que el poeta tuvo y las palabras son su materia prima.
 Partimos de una serie de interrogantes ¿Qué decimos? ¿Qué callamos? ¿Qué palabras elegimos para nombrar aquello que nos rodea? ¿Cómo podemos vivir experiencias diferentes al poder traducir los sentimientos? ¿Puede la poesía cambiar el mundo, nuestro mundo? ¿Soy capaz de hacer cosas con las palabras? ¿Cómo se construyen los poemas?
Esta experiencia es apenas una pequeña muestra acerca de la necesidad de decir, y de decir-se, un recorrido a través de las producciones de A. A., alumno del Bachillerato a distancia del primer nivel[1].
El ciclo de la vida
Cuando uno nace no sabemos que nos espera en la vida.
En la vida podemos predecir, es que hay que crecer.
Cuando somos niños, jugamos, disfrutamos y cometemos errores.
Pero si cometemos errores nuestros padres le buscan solución.
Cuando encuentran la solución ellos son nuestros héroes.
Al ver a nuestros héroes en acción queremos crecer.
Cuando llegamos a adultos, encontramos nuevas responsabilidades.
Al llegar nuevas responsabilidades tenemos que afrontarlas.
Cuando las afrontamos queremos volver a ser niños.


Escribe en hojas brindadas por la institución carcelaria, con lápiz, a mano a alzada. Me entrega sus poemas, casi como si tratara de una ofrenda amorosa. Acaso la poesía es eso: un ofrecimiento de nuestras emociones para alguien que quiera interpretarlas, hacerlas suyas.
Sonríe orgulloso, con su dentadura sin dientes. La poesía, dice, le devuelve un poco de esperanzas. Dice que le da vergüenza leerlas en voz alta, teme las represalias en el pabellón. Pero se deja mirar con mis opiniones, con mi interpretación. La metodología de trabajo es simple: articular lectura y escritura como en un mismo movimiento. Leer para escribir. Escribir para seguir leyendo. Le he prestado algunos libros de mi biblioteca. Libros de poesía que me habían resultado significativos. Hemos compartido varias lecturas. Me gusta comenzar mis clases con la lectura de un texto literario. El consabido “leer por leer” proclamado por Gustavo Bombini.
¿Qué leemos? A veces algún texto del módulo correspondientes. Otras, un poema de Benedetti o de Neruda (que siempre funcionan), un microrrelato… algún logre emocionarme. Es más probable que lo que me interesa pueda interesarles. La pasión, el entusiasmo son fácilmente contagiables. Prefieren que yo les lea. Alguna vez A. me dijo que mi voz lo trasladaba a otros lugares. Y si es cuestión de confesar, asegura que le di una primera impresión terrible. Escribió: “Uy, lo que nos tocó”, en un acróstico con mi nombre.
Algo después de mis primeras conclusiones, volví a un libro entrañable: “Fotocopias”, de John Berger. Sus palabras sobre una experiencia en una cárcel europea me explican el porqué de esa actitud: “El objetivo del encarcelamiento es reducir a un mínimo los intercambios con el mundo. Y esto tiene un efecto en las voces. Las nuestras al leer, eran muy diferentes de las de los presos. Nuestras voces eran volátiles, como contemplar el revoloteo de las golondrinas al otro lado de una ventana. Tal vez, nuestras voces eran más interesantes que las historias que estábamos leyendo”.

Hoy me decís que te vas
Me dejás con el corazón en mil pedazos
Mis ojos están como cataratas
de lluvia de verano
Solo te pido que no mires hacia atrás
Sigue adelante
Que yo te voy a seguir amando
Hasta el final

María Medrano, con su experiencia en talleres de poesía en cárceles de Buenos Aires, sostiene que “la cárcel deteriora el delicado equilibrio interior de las personas”, esto se pone de manifiesto en la búsqueda de sentido en el siguiente poema:

La felicidad siempre se encuentra en tu corazón
Si piensas que la felicidad te abandonó,
Busca dentro de tu corazón
Y ya verás que nunca te dejó
Solo vos le cerraste la puerta
Abre la puerta de tu corazón
Y verás que la felicidad vuelve a surgir
En tu interior

En cuanto a las temáticas, a pesar de que es generalizada la reflexión sobre sí mismo. El poeta se pregunta ¿Quién soy? O ¿quiénes soy? Y escribe para responder. El trabajo de escritura permite que el poeta pueda recuperar una interioridad que el aislamiento destruye gradualmente. Escribe para conocer el mundo (interior y exterior). El poeta persa Rumi bien lo anticipaba en la Edad Media: “El Universo entero está dentro tuyo, búscalo allí”. El poeta busca. Y encuentra. Encuentra palabras, sonidos, ecos, repeticiones enseñanzas, consejos, arrepentimiento.

en los momentos más tristes de tu vida,
mirás dentro de tu corazón
reflexionando y mirando hacia atrás
en que cada momento de tu vida
te encuentra en un camino equivocado
te das cuenta que no te equivocaste
sino que te encuentras en el camino
que vos elegiste
afrontando las consecuencias
de un mal camino

Con el ejercicio de la escritura, aparecen preocupaciones teórico-técnicas. Una de las preguntas recurrentes es ¿dónde se corta un verso? Teóricamente, el verso debe fluir y debe estar marcado por el énfasis que le ponemos a cada una de las palabras que elegimos. La estructura poética está definida tanto por la estética como por la racionalidad y las intenciones. No se trata de desperdigar palabras al azar sobre una hoja en blanco. Escribir, ante todo, es resolver problemas. Es un trabajo tanto mental como emocional. La escritura creativa articula los dos hemisferios cerebrales. A pesar de que se evidencias errores de ortografía y repeticiones innecesarias, el trabajo de producción se complementa con consultas, lecturas y correcciones.

Hoy por ser tu cumpleaños
hasta el cielo está de fiesta
Los ángeles tocan arpas y clarinetes
al recordar el día
que bajaste a la Tierra
como estrella fugaz
para existir entre los hombres,
que bienaventurados son tus días
En la Tierra junto a los hombres
Feliz cumple

Lo que nos distingue como seres humanos es nuestra capacidad para establecer comunicación mediante el código lingüístico. Así, a través del lenguaje podemos reflexionar, pensar, decir, expresar emociones, sentimientos, razonar, actuar. “Una persona que no puede reflexionar sobre sus actos no puede modificar actitudes. Aquel que no es capaz de hablar de un tema, repetirlo hasta entenderlo y asimilar ese aprendizaje, no se mueve del punto de partida (María Medrano)”.  

En la vida siempre sufrí en el amor
siempre  destruyeron mi corazón
destruyeron mi ilusión
mataron mi amor
pero sigo creyendo en el amor
porque no hay vida
si no hay amor
La resiliencia es la capacidad de las personas o grupos de sobreponerse al dolor emocional para continuar con su vida, y salir fortalecido de dicha experiencia «El puente entre la tristeza y la esperanza puede ser el hecho de reconectarnos con un sueño y con quienes somos» Verónica de Andrés

Mirad las estrellas
Escuchad los pájaros
Sentid el viento
Escuchad el latido de tu corazón
Sentid cómo nace el amor
Dentro de tu corazón

(Texto presentando en las II Jornadas Provinciales de Educación en Contextos de Encierro. Jujuy. 2013)




[1] La transcripción es literal.

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